Ryan y Hanna están a punto de casarse, después de dos años de una relación intensa.
Sin embargo, apenas media hora antes de la ceremonia, la madre de Ryan, Audrey, le muestra a Hanna un video comprometedor en el que parece que Ryan está con otra mujer. El corazón de Hanna se rompe de shock e incertidumbre.
Hanna está sorprendida y perdida. Durante los preparativos de su maquillaje y peinado, siente una profunda sensación de decepción y traición.
Audrey explica que el video es un complot cuidadosamente planeado para evitar la boda, porque cree que Ryan no es el compañero adecuado para Hanna.
A pesar del shock, Hanna decide ir al altar para interrumpir la ceremonia.
Cuando está frente al altar, siente ira y dolor. Cuando llega el momento de las promesas, dice claramente: «No quiero».
Ryan está confundido y herido al darse cuenta de lo que está pasando. Hanna le pide a Audrey que revele la verdad sobre el video.
En la iglesia se hace un silencio cuando Audrey, a regañadientes, saca su teléfono y reproduce el video. Ryan intenta defenderse, pero las pruebas parecen abrumadoras.
Después de la ceremonia, Ryan desea hablar con Hanna y revela que su madre organizó el video con dos de sus estudiantes.
A pesar de la ira hacia Ryan, Hanna decide quedarse en la relación, pero la confianza en Audrey se ha roto. La incertidumbre sobre su futuro juntos persiste, mientras intentan reparar los escombros de su amor.