Mientras paseaban por su vecindario, dos adolescentes notaron a un grupo de personas reunidas alrededor de un coche.
Curiosos, se acercaron para descubrir qué estaba captando la atención del grupo. Pero lo que vieron fue una escena sumamente extraña.
Delante de ellos yacía una criatura inmóvil, completamente congelada. La visión era tan inusual que apenas podían creer lo que veían.
Los dos jóvenes supieron de inmediato que tenían que actuar rápido para salvar al animal, pero no tenían idea de cómo ayudar a la desafortunada criatura.
Según informó la agencia de noticias canadiense CBC, los amigos Jaydon Pettipas y Aidan Hart hicieron este sorprendente hallazgo cerca de la ciudad de Saint Andrews, en New Brunswick.
Antes de que terminara el día, los dos adolescentes serían elogiados por su valentía y rápida intervención.
Al ver a la multitud alrededor del coche, se sintieron obligados a descubrir qué estaba atrayendo la atención de las personas. Sin embargo, incluso desde cerca, no podían identificar claramente lo que estaban observando.
El animal parecía completamente congelado y apenas era reconocible. Una ardilla, cubierta por una gruesa capa de espuma aislante, estaba atrapada bajo el coche. Los chicos sabían que el tiempo de la pequeña criatura se estaba agotando.
«Era irreconocible», declaró Jaydon, de 15 años, a CBC Canadá.
Los chicos entraron en un supermercado cercano y consiguieron una pequeña caja de leche para asegurar a la ardilla. Sabían que el animal necesitaba atención urgente, pero no sabían cómo cuidarlo.
Con cada momento que pasaba, la situación del animal empeoraba, y nadie en los alrededores podía aconsejarles qué hacer.
Desesperados, los adolescentes llamaron a amigos y familiares, suplicando ayuda.
Fue entonces cuando intervino la madre de Jaydon. Contactó a un veterinario a 20 millas de distancia y organizó que el animal fuera llevado de inmediato.
«Nunca había visto algo así», exclamó la Dra. Melanie Eagan de la clínica veterinaria St. George.
La ardilla apenas podía moverse, tan cubierta estaba de espuma aislante. Solo sus patas traseras mostraban algunos movimientos.
Sin la rápida intervención de los chicos y la ayuda de la madre de Jaydon, que llevó al animal a la clínica, la ardilla no habría sobrevivido.
La veterinaria supuso que el animal probablemente vivía en un garaje, cobertizo o sótano, donde se enredó en el material aislante.
«Probablemente entró en pánico.»
«El pequeño probablemente corrió a través de la espuma aún húmeda, probablemente cuando alguien estaba sellando un agujero para evitar una corriente de aire», explicó. «Sin embargo, este material se endurece muy rápido, por lo que no habría tardado mucho en sentirse angustiado.»
Añadió que se necesitaba paciencia y alcohol para frotar suavemente la espuma del pelaje del animal. La ardilla perdió algo de pelo mientras la veterinaria cepillaba la espuma.
Desde entonces, la ardilla ha sido liberada de nuevo en la naturaleza.