John es un agricultor estadounidense que posee una gran parcela de tierra en la que hay un vibrante huerto de vegetales, un floreciente huerto de árboles frutales y su cómoda casa. Al lado de su casa, John cría gallinas en un gallinero.
Utiliza algunas de estas gallinas para sus propios fines y vende otras. A lo largo de los años, este arreglo ha funcionado bien para él, aumentando la productividad y la autosuficiencia de su granja.
De vez en cuando, John descubre huevos esparcidos por toda su propiedad, especialmente cerca del invernadero, donde a sus gallinas les gusta corretear. Como sus gallinas de corral se comportaban normalmente de esta manera, nunca hubo motivo de preocupación.
Pero una mañana, algo inusual llamó la atención de John.
John encontró un grupo de huevos completamente negros al lado del gallinero. Nunca había visto algo así antes. John se sorprendió al principio por el llamativo color negro de los huevos, pero su curiosidad lo venció.
Estaba intrigado por estos huevos inusuales y decidió incubarlos en un rincón cálido y oscuro de su granero, tal como lo haría con cualquier huevo de gallina común.
Después de varios días de espera paciente, los huevos comenzaron a eclosionar, revelando un contenido aún más asombroso. Los pollitos que emergieron asombraron a John, ya que eran completamente negros, hasta sus picos y plumas.
John estaba emocionado de aprender más sobre estas aves extraordinarias, ya que nunca había esperado ver algo así.
Los pollitos resultaron ser Ayam Cemani, una especie rara distinguida por su notable apariencia completamente negra. Esta característica única va más allá de la apariencia e incluye también sus órganos internos y huesos.
John descubrió que su vecino adinerado, que se especializaba en razas raras, era el criador de estos inusuales pollos. Parecía que una de las gallinas de su vecino se había extraviado en la propiedad de John y había puesto huevos.
Para John, el descubrimiento de los pollos Ayam Cemani fue una experiencia emocionante que trajo un sentido de misterio y variedad a su vida agrícola. Este evento no solo lo introdujo a una nueva raza, sino que también profundizó su relación con su vecino y provocó conversaciones sobre posibles asociaciones futuras.
Aunque las sorpresas no eran nuevas en la granja de John, la aparición de estos pollitos negros fue una maravillosa excepción que le recordó las interminables maravillas del mundo natural.