Al canino le habían vestido para la ocasión.
La Fundación Rescatame, ubicada en Bogotá, Colօmbia, estaba detrás de la adopción de un canino hermoso llamado Vicente.
Para qսe el evento fսera inolvidable y se incentivara el cuidado de los perros de forma responsable, publicaron fotօs relativas al momento.
Al canino le vistieron con traje de gala y subieron fotos para que los seguidores de la fundación, tuvieran conocimiento de la mencionada adopción. Desafortunadamente, las personas que le iban a dar un hogar a Vicente se arrepintieron.
«El supuesto adoptante de Vicente nunca llegó por él. Ya cuando estaba listo para un hogar, bañadito, canceló su adopción. Después nos preguntan por qué cosas tan estrictas con el proceso, ¡por esta razón!.
Porque no queremos tener ni la menor duda de que nuestros peludos van a quedar en excelentes manos para toda la vida» mencionó la fundación.
Al enterarse una familia de lo que había ocurrido, se acercaron hasta la fundación para llevarse a Vicente.
Situaciones como estas no deberían ocurrir, pero para fortuna del canino su fama le granjeó la oportunidad de conseguir un hogar.
«Queremos contarles que Vicente ya fue adoptado por una hermosa familia que lo amará toda la vida.
Gracias a todas las personas interesadas, nunca pensamos que su historia fuera a llegar tan lejos» publicaron por medio de sus redes sociales.
La adopción canina puede presentar retos, pero los efectos en la sociedad son realmente destacados. Por un lado, coloca la oportunidad de mejorar la vida de una mascota y por otro ofrece la oportunidad al cuidador de crecer como una persona de bien.
Desafortunadamente, el caso de Vicente no ha sido el único. El refugio en cuestión ha tenido varias situaciones similares donde se espera al posible cuidador, pero al final se arrepienten de la decisión tomada.
Para evitar esto, La Fundación Rescatame ha decidido publicar este tipo de situaciones, manteniendo la confidencialidad de los arrepentidos.
Sin embargo, esta historia terminó con un final feliz. Hoy en día Vicente disfruta de su hogar y de su nueva familia, la cual lo cuida y trata de la mejor manera.
Han pasado dos años desde que Vicente encontró un hogar para siempre. Hoy en día luce muy diferente pero muy feliz a la vez.