La perra Nida vio a un niño ahogarse en el agua helada y corrió a salvarlo. El perro ayudó al niño a salir del agua helada. Su acto demostró que una buena actitud hacia los animales callejeros los hace amables y capaces de compasión. Esta historia sucedió en pleno otoño, cuando ya hacía mucho más frío afuera.
Pauline ha estado alimentando perros callejeros en su área durante mucho tiempo. Así que esta vez, salió al patio para alimentar a sus pupilos, cuando escuchó un fuerte ladrido.
El sonido provenía de la orilla del lago, ubicado a cien metros de la casa de la mujer. Desde el borde del estanque, la perra Nada, una de las pupilas de Pauline, corrió hacia la mujer.
Nida era de estatura media, con un pelaje negro perpetuamente descuidado y ojos muy inteligentes. Pauline estaba acostumbrada a que Nada viniera siempre primero a comer, pero esta vez el perro ni siquiera miró la comida.
El perro que ladraba fuerte corrió hacia Pauline y luego volvió al estanque. La mujer se dio cuenta de que así era como Nada estaba tratando de llamarla, así que corrió hacia el estanque.
Al acercarse al estanque, Natalie notó un agujero en medio del cual flotaba un trapo. Mientras se acercaba, la mujer se dio cuenta de que no era un trozo de tela, sino un niño pequeño.
El niño no se movió, todavía no se sumergió bajo el agua solo porque sus cosas estaban infladas con aire y actuaban como un flotador para él.
Pauline inmediatamente se apresuró a ayudar. La mujer tuvo suerte de que una brigada de trabajadores comunales estuviera trabajando cerca del estanque.
Los hombres inmediatamente se apresuraron a ayudar, una vez en la orilla uno de los hombres se metió sin decir palabra al agua fría para ayudar al bebé. Con dificultad, pero logró sacar al niño del agua.
El niño fue salvado por los pantalones forrados con protector de invierno sintético, que absorbió aire y mantuvo al bebé en la superficie. La madre del niño imagina con horror lo que podría haber pasado si Nada no hubiera estado cerca del estanque.
La mujer dice que a menudo veía al perro debajo de las ventanas de su departamento y siempre le daba de comer, y ese día el animal no se fue de Andre, como si esperara problemas.