La señօra nօ espera encօntrarse cօn semejante sօrpresa.

PERROS
Va en búsqueda de un animal para adoptar y encսentra al perrito que perdió hace 2 años
La labor de los albergues para animales en la sociedad moderna muchas veces pasa desapercibida.

Instituciones sin fines de lucro, organizaciones benéficas y entes gubernamentales, han sido bastante sensibles en la propuesta de dichos espacios para ayudar a las futuras mascotas.

Sin embargo, aún se necesita que la humanidad entienda que dichos refugios son necesarios para mantener la esperanza de conseguir a una mascota perdida. Esto fսe precisamente lo qսe le ocurrió a una mujer llamada Aisha Nieves quien vive en Pensilvania, Estados Unidos.

Nieves se encontraba revisando la página oficial de la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Lehigh (LCHS) para adoptar a una mascota. La mujer había perdido hace dos años a su querida mascota llamada Kovu y quería llenar ese vacío.

«Estaba en el sitio de adopción de la Sociedad Protectora de Animales del condado de Lehigh, mirando fotos, cuando mi teléfono se congeló en esta imagen y me quedé mirando. Pensé: ‘Espera, ese no puede ser él.

Entonces, vi la pequeña cicatriz sobre un ojo, la cicatriz de cuando quedó atrapado en una puerta, y pensé: ‘¡Dios mío, ese es mi bebé, ese es Kovu!’” mencionó la mujer al medio de comunicación The Morning Call.

Los encargados del centro que recuperaron a Kovu, recuerdan las condiciones en la cual se encontraba el canino.

«Necesitaba ser tratado(…) le faltaba pelo en la parte trasera(…) Estuvo en nuestro refugio durante unos cuatro meses y luego fue adoptado por una familia…» dijo Deirdre Snyder.

“Me enteré de que se había ido cuando llegué a casa más tarde ese día y no estaba allí para correr hacia mí y darme besos como solía hacer.

Busqué en toda la casa y no pude encontrarlo, luego miré alrededor de Allentown durante una semana o así y todavía no pude encontrarlo» recuerda Nieves.

«Estaba… tratando de alejarse del tipo que lo sostenía y correr hacia mí. Luego, simplemente saltó sobre mí y comenzamos a abrazarnos(…) Se sentó en Mi regazo.

Le dije: ‘Sí, amigo, te vas a casa. Siento mucho que esto haya sucedido. Nunca más te perderé» así resume Nieves cuando se acercó al centro de animales antes mencionado.

Una historia con final feliz gracias a la existencia de alberuges adecuados para animales. A veces estos centros tienen que autogestionarse para lograr recursos que le permitan atender a todas estas mascotas.

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