Recientemente adquirí un impresionante toro Black Angus certificado por la asombrosa suma de 6,500 dólares. Sin embargo, al introducirlo en mi rebaño, me quedé desconcertado: en lugar de prestar atención a mis vacas, se dedicaba a pastar tranquilamente como si no hubiera nada más en su mundo.
Comencé a preguntarme si realmente había hecho una buena inversión. ¿Podría ser que este toro valiera mucho más de lo que había pagado? Para estar seguro, decidí llamar al veterinario para una revisión.
Al examinarlo, el veterinario comentó que, aunque el toro era un poco joven, estaba en excelente estado de salud. Luego, me sorprendió al recetarle algunos medicamentos para que le diera a diario.
En solo dos días, ¡la transformación fue asombrosa! El toro, que antes solo se preocupaba por el pasto, de repente comenzó a atender a todas mis vacas. Pero eso no fue todo: ¡logró cruzar la cerca y se apareó con todas las vacas de mi vecino!
Se movía como una verdadera máquina, una fuerza de la naturaleza. No tengo idea de qué contenían esas tabletas que le dio el veterinario, pero claramente tenían un efecto mágico… ¡y al parecer, también un sabor a menta! La situación se volvió tan emocionante que ahora tengo que estar al tanto de todas las travesuras de este toro encantador.
¡La vida en la granja nunca había sido tan animada!