La relación entre ambos es un ejemplo para las relaciones personales.
Pauline Ashanolla es una mujer amante de los animales, que a sus 28 años puede decir que rescató a una zorra de dos meses de edad y la insertó en su cuadro familiar con mascotas.
Para el momento del rescate de esta peqսeña, se encontraba en delicado estado de salud.
En toda esta interacción, un perro Bulldog llamado Ernie sirvió como un verdadero anfitrión. En todo momento, le hizo saber que había un lugar dentro del entorno y que se le cuidaría en todo momento. Tanto así que se volvieron muy grandes amigos.
Pauline recibió una llamada por una pareja que se enteró del cariño que tiene esta mujer por los animales. En seguida se le atendió a su llamada y se le puso el nombre de Marley a la zorrita rescatada.
Esta historia tuvo su comienzo en la Isla de Wight en Inglaterra, donde no existen centros para animales silvestres. Por lo que Pauline se ha ganado su fama al ser la mejor opción en la zona.
«Marley estaba tan mal cuando la encontramos, estaba cubierta de moscas. Estaban en sus oídos, en todas partes. Definitivamente, habría perdido la vida si la hubieran encontrado solo 15 minutos después» menciona Pauline.
Con mucho cariño y paciencia, la amorosa mujer le dio los cuidados necesarios para que la recuperación de Marley ocurriera de la mejor forma. En todas estas atenciones estuvo presente Ernie.
Pauline decidió ausentarse de su trabajo por unas semanas para atender a Marley. Como su oficio es el de afeitar el pelo de caninos, muchos de sus clientes le llamaban para saber como estaba.
Cuando recibían la explicación de su ausencia, muchos querían colaborar con el tratamiento de la pequeña Marley.
Pauline utilizaba un aparato con leche cada 90 minutos, durante todo el día y la noche para alimentar a Marley. Con un tratamiento especial para tratar todos sus problemas de salud, la pequeña fue tomando un aspecto destacado.
Ernie dejó que Marley entrara en su espacio para dormir y comer. Desde el mismo inicio de esta amistad se volvieron inseparables.
Las diferencias entre ambos, aunque son notables, no marcan ninguna distante entre el trato entre ellos. Parecen dos hermanos, hijos de la misma madre.
Marley dejó atrás sus problemas de salud y obtuvo una recuperación satisfactoria. Sin duda esto lo agradece mucho el buen Ernie.
Durante las primeras seis semanas, Pauline cuidó de Marley de una forma muy estricta y con especial dedicación. El comportamiento de Ernie, de hermano mayor también ayudó mucho en esto.
«Al principio estaba preocupada por Marley, especialmente por cómo se llevaría con los perros. Ernie estaba atemorizado por Marley al principio, y no le agradaba, pero poco a poco empezó a dormir más cerca de ella.
Después de unas tres semanas, empezaron a jugar. Un día, empezaron a correr juntos y han sido mejores amigos desde entonces» concluyó Pauline.